1861-1888: la "idea original"
El promotor y fundador de nuestra empresa fué Luigi Zamboni, nacido en Bolonia de una familia de humildes orígenes el 21 de mayo de 1861, al tiempo de la unificación de Italia.
Cuando empezó a pensar en una máquina que pudiera hacer los tortellini, tenía algo más de treinta años.
Se estaba acercando el final del siglo y èl se entendía de mecánica siendo un calificado tornero del Pirotécnico, el arsenal Militar de Bolonia entre Puerta de Azeglio y Puerta Castiglione, una importante fábrica de proyéctiles de nivel nacional, y también una "escuela de profesión e ideas" para aquellos que tenían la intención de establecer su proprio negocio.
Sin embargo, sus competencias técnicas por sí solas no explican porqué fué elegida precisamente aquella máquina. |
 |
 |
1890-1900: un desafío difícil
Zamboni creció, y llegó a ser un buen técnico, en una Bolonia de unos 150.000 habitantes, que estaba viviendo nuevos impulsos de modernización y de metamórfosis industrial transmitidos por Europa. Pero el carácter y las felices realizaciones de la cultura popular de la ciudad no estaban ciertamente en discusión y entre estas, estaban en primer plano la cocina y la gastronomía. Para darse cuenta de eso era suficiente dar una vuelta por las tiendas, pararse en los cafés, buscar un restaurante o una simple fonda. En Bolonia "la sfoglia" (hoja de pasta), era un culto. Todo el mundo sabía que en los hogares boloñeses, las mujeres se levantaban por la mañana temprano para amasar la harina de trigo tierno con los huevos, "tirar la masa" con el rollo y hacer los tallarines. Desde siglos, en los días de fiesta, los tortellini eran los embajadores del verdadero rey de la mesa, conocidos en todo el mundo por su forma menuda, singular, comparada "con el ombligo de Venus". n un cartel de la época, Bolonia se presentaba como una señora de buena suerte, "la gorda", que exhibía sus históricas calidades gastronómicas: dos exuberantes mortadelas como senos y un singular "tortellino" como sombrero. Hacer con una máquina este "mito" hubiera podido parecer imposible. |
 |
1901-1903: formas de producción industrial .1
Sin embargo, había muchas señales que daban alas a la iniciativa. En Bolonia las fábricas de pasta se encontraban entre uno de los sectores más dinámicos y de mayor crecimiento industrial. La publicidad del tiempo de una empresa en rápido desarrollo, mostraba el salón de producción de la fábrica: a la izquierda, las filas de máquinas amasadoras y de preparación de la hoja de pasta manejadas por hombres, y a la derecha, la máquina de vapor de 2HP, de donde salían las correas de transmisión, junto a la trituradora para la carne del relleno. En el centro las "tortellinaie", como llamaban a las mujeres que daban forma a los tortellini, aparecían sentadas delante de mesas largas sobre las cuales llenaban y apretaban los cortes de pasta transformándolos continuamente en tortellini. Esta ya era una "línea de producción" ante litteram. Sin embargo el trabajo manual era todavía predominante y el proyecto de máquina de Zamboni hubiera podido completar la industrialización y automación de todo el método de fabricación de los tortellini.
|  |
1901-1903: formas de producción industrial .2
La misma documentación evidencia además que para la exportación a paises lejanos, siguiendo el ejemplo de las mortadelas, los tortellini también se enlataban en botes de acero, estañados al interior y llenos de líquido para crear el aislamiento del aire, garantizando en tal modo su conservación por un año.
Para las distancias más cortas se preferiban todavía cajas, cestas, canastas de paja y de mimbre o también simples cajas de cartón. Se compraban 500 piezas con 4 Liras, y 1.000 piezas con 7 Liras. La ayuda de las máquinas permitió producir los famosos "tagliolini" al huevo dichos "de la monja" por su calidad, así como varios tipo de pasta fresca al estilo "casero".
|
 |
 |
1904-1906: una empresa como la nuestra era necesaria
En 1904, la universidad otorgó a Guglielmo Marconi el doctorado ad honorem en ingeniería y en el centro de la ciudad, en calle Mercato di Mezzo, con el nombre de "Marconi" abrieron el primer cinematógrafo, alargando una grande tela blanca en el almacén de los pescados.
Ese mismo año Luigi Zamboni empezó su actividad en propio, con un pequeño taller de carpintería registrado a la Cámara de Comercio, pero enseguida estuvo claro que la empresa necesitaba de medios diferentes. En 1906 el problema se solucionó cuando Zamboni encontró un joven socio de 29 años, Giuseppe Troncon, véneto de Treviso, también él mecánico. Juntos, con 12.000 Liras de capital social, fundaron una sociedad regular colectiva, la "ZAMBONI & TRONCON" con el taller en el centro de Bolonia, en calle Frassinago n. 19. En esta operación Zamboni era el "socio de mayoría" con 7.000 Liras. Quizás en aquél año también los dos nuevos socios celebraron el acontecimiento, como muchos otros boloñeses, yendo a los Prados de Caprara para ver la América de la Compañía de Buffalo Bill, que había llegado en Europa para exhibirse con más de 800 hombres, 500 caballos y verdaderos indios piel roja. |
 |
1907-1912: desde las ideas a las máquinas
En el taller de calle Frassinago, entre 1907 y 1911, se planearon y se producieron, junto a la máquina para hacer tortellini, otras primeras "máquinas especiales para fábricas de pasta". Fué un éxito. La máquina para tortellini, hoy todavía conservada en nuestra empresa, tenía una capacidad de producción de más de 5.000 piezas/hora, el equivalente del trabajo de más de veinte personas.
Era constituida por una refinadora de cilindros que transformaba la hoja de pasta hasta obtener el correcto espesor y por una confeccionadora que, después de haber cortado la hoja de pasta en pedacitos, suministraba por medio de pistones a contrapeso las dosis de relleno para luego cerrar la pasta y darle la forma de tortellino. Como reportaban los catálogos, fué una máquina realmente "especial" por sus automatismos y en 1912 consiguió a nivel nacional la medalla de oro del "Premio Umberto I°".
Las demás máquinas construidas para producir la pasta fresca no fueron de menos. La "Trinciatrice Piegatrice" (Troqueladora-Dobladora) se vendió a las mayores fábricas de pasta de Italia y del extranjero para producir nuevos tipos de pasta, de ahora en adelante conocidos como "Pasta al estilo de Bolonia", o sea, stricchetti, paniere, farfalle y farfalloni, lance y palette, margherite, cornetti smeraldo, de tamaños diferentes. Anteriormente, hechos a la mano, se necesitaba de fuertes gastos de personal, mientras que ahora con la nueva máchina, se producían entre 250 y 500 kg. diarios. El dispositivo "corta-hoja con rollos" producía tallarines y cuadritos, simplemente reemplazando el cuchillo con rollos dentados y variables que permitían larguezas diferentes.
La "Máquina para llenar los paquetes de Pastina Glutinata" (pasta de pequeño tamaño con gluten, apta para sopas), adelantaba ya unas soluciones de empaquetado, con ahorro de mano de obra y perfecta precisión en las medidas de paquetes de 150 a 300 gramos. Estas máquinas encontraron su mercado en Bolonia, Italia, Austria, Principado de Mónaco, Alemania, Francia, Grecia y América Latina. |
 |
1913-1918: una empresa predecesora del distrito boloñés |
La fotografía de 1915 que retrata el personal de "ZAMBONI & TRONCON", muestra unas setenta personas, entre las cuales muchos jóvenes, con rostros, expresiones y vestuarios de trabajo parecidos, donde también la pajarita que llevaba Zamboni combinada con la bata negra, no estaba en conflicto con la cultura común del taller que la imagen transmite.
Pero la fotografía nos dice mucho más. Muchos de los más jóvenes habían frecuentado y venían de la escuela-taller de Santa Lucia en la calle Castiglione n. 39, donde en el Instituto de Artes y Profesiones Aldini-Valeriani se formaban los mejores jóvenes electromecánicos de la ciudad.
En efecto, en la foto se encuentran obreros que más tarde serán famosos:
 | Armando Simoni, sucesivamente fundador de "OMAS" empresa de producción de plumas estilográficas; |
 | Otello Cattabriga más tarde titular de una nueva empresa de producción de máquinas de helados; |
 | el joven Paolo Zuccoli que tendrá modo de especializar el empleo de las matrices mecánicas en las máquinas para pasta; |
| |
 | Antonio Zamboni, el hijo de 24 años del fundador, |
 | y un joven aprendiz Bruno Mazzanti, de 15 años, que darán continuidad a la historia de "ZAMBONI" |
Era el albor de aquella "gemación" de técnicos que entre los años veinte y la segunda posguerra, por medio de motores, motocicletas y máquinas automáticas, llevarán al actual distrito industrial boloñés de pequeñas y medianas empresas del sector electromecánico y de la automación, capaz de competir en el gran mercado internacional. |
 |
1919-1924: movimientos de empresa
Pero en 1919 la sociedad se disolvió. Se dice que Zamboni se fué a producir a Marsella, en Francia, en una nueva fábrica de su propiedad. Troncon continuó la actividad por sí solo, manteniendo inalterado el nombre de la empresa hasta el 1921, cuando junto con otras compañías, llevó la empresa a una compleja operación financiera y de diversificación productiva cuál representó en Bolonia la constitución de la "Sabiem", "Sociedad Anónima Boloñesa de Industrias Electromecánicas".
En enero de 1924, cuándo la "Sabiem", de la cual Troncon era director técnico, quiso deshacerse del taller de calle Frassinago, Zamboni estaba ya preparado para coger la empresa y empezar de nuevo la actividad con el nombre de "Luigi Zamboni" y con la añadidura orgullosa de "construcción de máquinas para la fabricación de tortellini con relleno".
Fué un paso interesante no sólo para la historia de nuestra compañia, sino también en general porque confirmaba cuánto eran importantes las raíces de una actividad productiva, que representaron un patrimonio fuerte para el crecimiento y el desarrollo de la misma. |
 |
1925-1945: la tradición continúa |
En 1930 a la dirección de las "Officine Meccaniche Zamboni" entró el hijo de Zamboni, Antonio, con dos socios Bruno Mazzanti y Aldo Marquesi, ambos técnicos internos de la empresa, con un capital social de 100.000 Liras repartido entre cada uno en 1\3 y con 20 trabajadores. Luigi Zamboni falleció poco después, el 9 de marzo de 1932, en una Bolonia de unos 250.000 habitantes que ya no era asì prometedora come lo había sido anteriormente: el año anterior se había inaugurado por fin el teleférico que lle vaba hasta la colina de San Luca, según un proyecto empezado al final del siglo XIX, pero ya en mayo, desde el mirador de San Michele in Bosco, un público entusiasta admiraba una parada de 800 aviones que se había exibido en un bombardeo simulado sobre la ciudad en los días anteriores. También los datos económicos publicados por la Cámara de Comercio eran preocupantes: la industria de la pasta era en dificultad a causa del cierre para Italia de algunos mercados extranjeros, dónde las máquinas para "Pasta estilo Bolonia" tenían importantes compradores. Se tuvo que afrontar una guerra y una posguerra y Bruno Mazzanti fué el fulcro de esta difícil transición, conduciendo la empresa con éxito hacia nuevas e importantes máquinas "Zamboni". |
Zamboni in via Frassinago |
1946-1954: la posguerra |
En la inmediata posguerra, mientras se consolidaba la moderna transformación industrial de la ciudad, las "Officine Meccaniche Zamboni" estaban todavía en la sede histórica de la calle Frassinago. Sólo en el 1954 se trasladaron a Bolonia, en la calle Cimabue. Eran los años de la reconstrucción, cuando el distrito de las pequeñas y medianas empresas locales estaba creciendo y produciendo tecnologías innovativas en el sector de las motocicletas, de las máquinas automáticas y de las máquinas para empaquetar, dosificar y embalar los productos, con patentes y soluciones que han entrado en la historia. Las máquinas aquí reproducidas pertenecen a aquellos años. Provienen de la panadería de la calle Dei Neri en Florencia. La dueña Anna Zangheri, última descendiente de muchas generaciones de panaderos, había cesado la actividad en 1999 donándolas al Museo del Patrimonio Industrial de Bolonia. Nuestra empresa, heredera de la tradición Zamboni, las ha recobrado y restaurado en colaboración con el Museo que las tiene en exposición. Sobre todo en Navidad, estas máquinas fabricaban hasta 1.000-1.500 kg al día de tortellini y ravioli que, empaquetados en grandes cestas de diferentes capacidades, se llevaban a mano al domicilio de los clientes. Después de su utilización las máquinas se desmontaban parcialmente, se limpiaban y de nuevo se reensamblaban. Estas mismas máquinas han sufrido la inundación de Florencia de 1966, quedando sumergidas bajo el agua. Entonces, a tiempo de récord, las "Officine Meccaniche Zamboni" y sus técnicos de Bolonia, tan sólo en 20 días lograron ponerlas de nuevo en producción. |
Zamboni in via Cimabue |
1955-2010: en el distrito alrededor de nosotros |
El 23 de noviembre de 1955 Bruno Mazzanti falleció a sólo 55 años, dejando la guía de la empresa a sus jóvenes hijos, Gianna de 25 años y Antonio de 20. Será el esposo de Gianna, Federico Bugo, ingeniero de 30 años, quien conducirá la empresa en el nuevo milenio, trasladando en 1964 los talleres en la nueva sede de Casalecchio di Reno. |
Zamboni in via Verga |
A su muerte, el 12 de junio de 2005, la dirección pasará a otro ingeniero, su hijo Andrea, que continúa hoy la tradición con el mismo nombre histórico de "Officine Meccaniche Zamboni" en la sede de Casalecchio di Reno, calle Cimarosa n. 73. |
Zamboni in via Cimarosa |
Saluto di Olindo Guerrini |
Para saludarlas a todas, nos dirigimos a ellas definiéndolas "buenas amas de casa", de las que hablaba, leyendo una cantilena, Olindo Guerrini, en arte Lorenzo Stecchetti, poeta satírico y gastrónomo del final del siglo XIX, inicios del siglo XX, es decir, de la época en que todo empezó: |
Fate una pasta d'ova e di farina /
e riducete rimenando il tutto /
in una sfoglia, ma non troppo fina /
uguale, soda e, sul taglier pulito, /
fatene tagliatelle larghe un dito /
che faremo bollire allegramente /
in molta acqua salata, avendo cura /
che, come si suol dir, restino al dente
(Haced una pasta de huevos y harina / y mezclando todo haced / una hoja, pero no demasiado fina / toda igual, de buena consistencia y, sobre la tabla para cortar, limpia, / haced tallarines anchos como un dedo / que pondréis a hervir alegremente / en mucha agua salada, teniendo cuidado / que, como se acostumbra a decir, se queden "al dente")
|
Fonti consultate:
- Archivo fotográfico y documental de los "Officine Meccaniche Zamboni"
- Museo del Patrimonio Industrial de Bolonia, Fondo de Archivo "Zamboni"
- Museo del Patrimonio Industrial de Bolonia, Fondo de Archivo Paolo Zuccoli
- G. Maioli e G. Roversi, Su Majestad el Tortellino, Bologna, 1993
- "SCUOLAOFFICINA", 1999, n.2, Roberto Curti, Tortellini a máquina, pp. da 4-8
- Ayuntamiento de Bolonia, producido en Bolonia, editado por Antonio Campigotto, Roberto Curti, Maura Grandi, Alberto Guenzi, Ediciones Renografica, Bolonia 2000, pp. da 80-87
- Historia de Bolonia, editado por Antonio Ferri y Giancarlo Roversi, Bononia Universitary Press, Bolonia 2005
La biografía de la Compañia ha sido realizada por el prof. Roberto Curti, creador en los años ochenta y después, desde 1987 hasta el 2003, responsable de la dirección del Museo del Patrimonio Industrial de Bolonia.
Rino Bertuzzi ha apoyado el texto por lo que se refiere a la parte fotográfica.
Un agradecimiento especial a la Dot Maura Grandi y a la dirección del Museo del Patrimonio Industrial de Bolonia por la colaboración recibida.
|
 |
|